Se acabó el recreo…
Carlos Guillén, Melvin Mora, Luis Rivas y Johan Santana. Guilén y Rivas son dos grandes ligas quienes tienen en el béisbol del norte un potencial aún no realizado. Eso si, a esta liga la dominan. Melvin es el jugador más versátil que ha dado este país desde César Tovar (Luis Salazar nunca llegó a estar en el mismo nivel, por si acaso algún guaireño quiere discutir). Santana es, simplemente, el mejor lanzador nacido en estas tierras. Mejor que Freddy, mejor que Wilson, mejor que el Carrao (para los veteranos). Esto es lo que mantiene la fe viva.
Más allá de la llegada de los “caballos” y de la victoria de hoy (frente al Caracas 5 por 2), desde ayer estoy pensando que el Magallanes de la actualidad no tiene nada que ver con el Magallanes que seguí en mi infancia y adolescencia. Particularmente, no soy un fanático del Tapón; de hecho creo que si toma más de 180 turnos al año, las posibilidad de clasificación del Magallanes se reduce en dos juegos. Sin embargo, verlo ayer sentado luego de la derrota ante los Tigres me hizo pensar que los jugadores del Magallanes del presente se dan cuenta de lo que significa la camiseta, la historia del equipo. Magallanes debe estar arriba, en los primeros lugares, seguros de un puesto en la post-temporada. Eso lo sabe el Tapón. La presión estaba ahí y con ella la preocupación por el bajo rendimiento. Porque llegar a 20 derrotas en 35 juegos es tanto como perder 60 en 100 juegos de Grandes Ligas. Es lo más cercano a una eliminación anticipada. Y el Tapón sabe que su futuro en el equipo puede muy bien estar en peligro sino se logra la clasificación. Los Guillén y los Santanas van a ser parte del Magallanes hasta que se retiren. El Tapón sabe que si el equipo no se mantine cerca hasta que lleguen los caballos, muy facilmente podría estar jugando para Pastora la temporada que viene. Esa preocupación pareciera que nunca pasó por la mente de Angel Escobar o Alfredo Torres, prototípicos magallaneros de los 80s. Los muchachos de hoy, aún con todas sus limitaciones al campo, al menos se dan cuenta que con un uniforme tan importante vienen responsabilidades.
Se que el equipo está en un hueco; sin embargo, a partir de la semana que viene, Magallanes va a poner al campo una alineación muy distinta a la que ha puesto hasta ahora. Mañana va a ser un día sumamente importante con el doble-juego. El bullpen está agotado y mañana se juegan 18 innings. No quiero empavar la cuestión, pero creo que el juego de hoy ha levantado a los jugadores tanto como lo ha hecho con este fanático (y algunos más con los que he conversado). Todavía hay tiempo. Se acabó el recreo; de ahora en adelante al Magallanes va a ser mucho más difícil ganarle.