Tengo que hacer comentarios de la selección que hice hace casi un año (puede verse en el archivo del mes de octubre de 2003).
En cuanto a los lanzadores, creo que estuve muy cerca. Fue un error dejar a Ledezma fuera de consideración en favor de Daal. Creo que fue un intento por lucir imparcial y evitar ser tildado de fanático (aunque lo soy, por cierto). Ledezma es mucho mejor. Quizás Silva debería ser el quinto abridor en lugar de Zambrano (Víctor). Ambos lanzadores embasan a mucha gente y han tenido suerte (hasta ahora) evitando innings grandes. SIlva parece dominar un poco más la zona, pero la relación de ponches por inning lanzados favorece a Zambrano (y no por poco, 1 por cada 2 y medio innings para Silva, 1 por 1.15 para Zambrano, más del doble). Creo que cualquiera de los dos serían un quinto abridor excelente. El mayor error fue el comentario de los cerradores: K-Rod es mucho mejor que las otras dos opciones. A Urbina le han afectado circunstancias fuera del deporte y Tapia ha sufrido la irregularidad de su propio equipo. Sin embargo, aún en la mejor de las situaciones y con todas las ventajas a su favor, Tapia y Urbina nunca alcanzarían el nivel de excelencia en el que Rodríguez parece lanzar cada año. Esta temporada K-Rod esta forzando a uno de los mejores cerradores de todos los tiempos (Percival) a considerar un cambio de rol o retirarse temprano. Sus números son comparables con los de Gagné, está ponchando a la mitad de los bateadores que enfrenta, no importa si lo colocan a cerrar o a preparar el terreno. Rodríguez es un lanzador especial y de no sufrir lesiones va a implantar todos los records para relevistas venezolanos.
Al campo el equipo necesita cambios. La mayor ausencia en mi selección fue Victor Martínez. Me dejé llevar por los scouts que decían que le faltaba un año. Martínez no solo es el receptor abridor, sino el quinto bate que protege a Magglio. Bajó su producción después del juego de estrellas, pero los totales para su primera temporada completa en las mayores van a incluir 25 jonrones y 110 impulsadas. Nada mal para un receptor. Carlos Guillén fue otra omisión imperdonable. Como en el caso de Ledezma, me pasé tratando de compensar mi fanatismo. En la tierra de los guantes de oro, Guillén es un campo corto ofensivo que este año tuvo su temporada más importante con el madero. 20 jonrones, 100 impulsadas, 320 de promedio, 300 bases, nada mal para un segundo bate que puede pararse a los dos lados del plato. El nuevo line- up sería:
1. Mora (LF)
2. Guillén (SS)
3. Abreu (CF)
4. Ordoñez (RF)
5. Martínez (C)
6. Cabrera (3B)
7. Petaguine (1B)
8. Alfonzo (2B)
Comentario especial sobre César Izturis: todos sabíamos que a la defensiva nunca iba a tener problemas, pero la presente campaña con el madero ha puesto a Izturis en la misma línea de Luis Aparicio y Omar Vizquel. En los últimos dos años me había creado la idea que Izturis iba a ser el nuevo José Escobar, un virtuoso con el guante que no iba a poder establecerse a la ofensiva. Sin embargo, este año va a batear más de 180 hits, cantidad que Vizquel ha superado una sola vez, y lo hizo cuando ya tenía 10 años de experiencia en las mayores. Izturis va a tener que trabajar un poco para mejorar su porcentaje de embasados, pero sin duda tiene las herramientas y la posibilidad de tener una carrera interesante.
Comentario especial sobre Omar Infante: a sus 22 años ya tiene más de 700 turnos en las mayores, se recuperó de una temporada 2003 terrible, y se ha ganado la oportunidad de ser el segunda base regular de Detroit para la campaña 2005. Me parece que con sus condiciones y disposición, Infante va a ser un muy buen jugador. Creo que si reduce su zona y deja de perseguir lanzamientos en curva (se ha ponchado 90 veces hasta hoy, 15 de septiembre) Infante podría tener campañas similares a las que César Tovar tuvo con los Mellizos.