Carlos Zambrano.
El día en que Zambrano se de cuenta que no necesita ponchar 27 bateadores por juego, ese día se convertirá en el mejor lanzador de la Nacional. Como sea, es quizás el pitcher que más me gusta ver lanzar en estos momentos. La intensidad, los nervios, la posibilidad que cada juego sea especial, y ahora que quiebre bates después de poncharse (a la Bo Jackson, circa 1988) hacen que cada apertura sea un evento que hay que seguir. Anoche la ofensiva lo sacó de problemas aunque lanzó bien (7 innings, 3 carreras, 6 hits, 12 ponches) en la victoria de los Cachorros 6-3 sobre los Marlins. Sin embargo, mostrando nuevamente porque no es posible considerarlo todavía entre los 5 mejores lanzadores de la Nacional, Zambrano retó a Miguel Cabrera, el único bateador de peligro que tiene Florida. El resultado fue un jonrón de dos carreras. Sin Derek Lee en la alineación, Zambrano debe darse cuenta que tiene que ser mucho más cuidadoso. Los Cachorros no van a tener muchos innings a la ofensiva como el 8vo de anoche (6 carreras), así que Zambrano tiene que ser inteligente, particularmente contra equipos que él debe vencer con comodidad, como los Marlins.