domingo, diciembre 28, 2003

Se acabó.

Todo está definido para el round-robin. Caribes, Tiburones y Leones van a jugar por la división Oriental; Pastora y Tigres por la Occidental. Zulia, Lara y Magallanes quedaron fuera de competencia. Los tres equipos eliminados han ganado once de los últimos doce torneos: Magallanes 4, Lara 4 y Zulia 3. Me imagino que los canales de televisión van a vender la post-temporada como el “cambio de guardia”, o “la nueva ola”, o quién sabe que otro cliché. Van a tener que recurrir a todos sus ardides promocionales, porque sin el equipo más popular a nivel nacional y sin las dos fanaticadas regionales más importantes, creo que la teleaudiencia puede ser muy baja.

sábado, diciembre 27, 2003

El final se acerca.

Por primera vez desde el comienzo de la temporada, hice un esfuerzo consciente de no seguir el juego del Magallanes. Ni radio, ni televisión, ni computadora. Me pareció que lo mejor era probar algo diferente, a ver si el equipo lograba salir de la mala racha que había causado cuatro derrotas al hilo. Bueno, Magallanes ganó 6x4 al Pastora. Sin embargo, con la victoria de los Leones frente a los Tiburones, el número tétrico es 1: una victoria más del Caracas o una derrota del Magallanes y los Navegantes quedan matemáticamente fuera.
El abridor de ayer fue Yusmeiro Petit, quien lanzó cinco buenos innings en los que le anotaron 2 carreras y resultó al final ganador del encuentro (su primer triunfo en la Liga). Ramos, Rodríguez, Campos y Solarte completaron el juego, cada uno lanzando de manera eficiente. Los lanzadores del Magallanes, en conjunto, propinaron 6 ponches y no dieron boletos. Por otra parte, Magallanes pudo conectar por primera vez en la campaña contra los lanzamientos de Ricardo Palma, quien venía de lanzar 17 innings casi perfectos (sólo permitió una carrera) en sus últimas dos presentaciones ante los Navegantes. La clave para Palma fue el descontrol (dió cinco boletos en cuatro y un tercio) lo cual es mortal para un lanzador de sus características. En definitiva, fue un juego decidido por el control de los lanzadores, siendo los del Magallanes los que no dieron pasajes gratis.
Hoy Magallanes juega frente a Cardenales en Barquisimeto. La victoria es indispensable para el Lara, equipo que está a sólo dos juegos del Caracas, siendo el único platel con posibilidades reales de alcanzar a los Leones. Es una lástima, pero en eso estamos, siendo posibles piedras en zapatos ajenos.

jueves, diciembre 25, 2003

Buscando más razones para la derrota.

Las últimas dos derrotas (5x3 ante los Tigres y 8x2 ante los Tiburones) han corroborado lo que presentía la semana pasada: Magallanes es uno de los tres peores equipos a estas alturas del torneo. De hecho, se puede argumentar (y me da mucho dolor decirlo) que en estos momentos todos los equipo en la liga parecieran estar jugando mejor que los Navegantes. Triste.
Ahondando un poco más en las causas del fracaso, dos son para mí fundamentales: lanzadores abridores e importanción deficiente. Los abridores fueron un grupo inestable. Durante gran parte de la campaña se contó con tres lanzadores criollos que han lanzado en las Mayores: Hernández, Ledezma y Quevedo. De los tres, Hernández fue el más consistente, aunque sólo una de sus aperturas fue de más de seis innings (y solamente por un tercio). Ledezma ha sido muy bueno en ciertos juegos, pero igualmente se ha caracterizado por ser un lanzador que ha dado pocos innings por apertura. Quevedo ha sido , quizás, la mayor decepción de la temporada magallanera. En Quevedo teníamos al único lanzador derecho, sano, que venía a Venezuela a dominar como lo hizo hace dos años. Sin embargo, Quevedo vino fuera de forma, sin control (indispensable para un lanzador de sus características) y con menos velocidad en la recta. Y lo que está pasando con él no son “ cosas del béisbol, unas se ganan y otras se pierden”. Quevedo está tirando lo que le queda de carrera en las Mayores por su falta de disciplina e inteligencia. Lástima. El resto de los lanzadores abridores (Piñango, Powell, Franklyn, Thurman, Farnsworth) hicieron muy poco por levantar al cuerpo de lanzadores abridores.
El caso de la importación es extraño. Considerando los resultados obtenidos por el cuerpo de lanzadores abridores, la existencia de tantos relivistas importados fue una forma de intentar solucionar el problema. Todos los relevistas (Stanifer, Brittan, Laxton, Harikkala, Mahomes) tuvieron campañas efectivas y lanzaron con extraoridinaria regularidad. Sin embargo, al ser relevistas, ninguno lanzó una cantidad importante de innings. Es decir, lanzaron bien pero poco. Durante toda la temporada, Reagan y Espinoza hicieron malabares con sus lanzadores para completar los nueve innings de cada juego. Me pregunto, ¿no era mejor traer un par de abridores importados que lanzaran una cantidad mayor de innings? ¿Esa medida no hubiese estabilizado el staff de pitcheo de una manera más eficiente que llenarnos de lanzadores intermedios? El manejo de los jugadores importados al campo es, a mi juicio, aún más curioso. Luego de la caída de Redman y la partida de Choi, Magallanes pasó un período de más de un mes sin importados al campo. Confiados en que Guillén, Mora, Escobar, Rivas, Díaz y Machado iban a ser suficientes, la directiva del equipo no hizo nada por traer nuevos jugadores. El único jugador que se trajo fue Derek Nicholson, quien viene de su peor campaña en ligas menores y al que increíblemente se le ha relegado al puesto de catcher de bullpen. No entiendo. Después de la partida de Franklin hace menos de una semana, se unió al equipo Rodney Nye, quien ha jugado 3ra y 1ra base con eficiencia y ha bateado bien. ¿Por qué el Magallanes esperó tanto para incorporar a Nye? ¿Es más importante un relevista zurdo o un buen bateador? Creo que el manejo de la importación fue el resultado de pensar demasiado, de ser excesivamente analítico hasta el punto de olvidar lo básico: necesitábamos un bateador de poder, un cerrador y dos abridores; el resto se podía gastar en relevistas intermedios.
Un último comentario por hoy. El domingo escribí que “como fanático del Magallanes que creció en los 80s, el seguir al equipo nunca ha estado condicionado por el número de victorias o campeonatos”. Esa frase pareciera que la escribió mi abuelo. Lo que no tomé en cuenta en ese momento es que un gran número de los jugadores criollos que están en el roster del Magallanes son mucho menores que yo. Para ellos, el Magallanes ha sido siempre un equipo ganador. Este año, por primera vez desde que salió Lusinchi de Miraflores, Magallanes no va a estar en la post-temporada. Esto es nuevo para Luis Rivas y Rubén Quevedo. Tal vez reaccionaron mal por falta de experiencia.

domingo, diciembre 21, 2003

Buscando razones.

Históricamente, los equipos de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional pasan por dos etapas: una desde el primer día de la temporada hasta comienzos de diciembre; la segunda, desde los primeros días de diciembre hasta el final del torneo.
En los primeros días, las alineaciones están cargadas de jugadores que actuaron durante el verano en categorías AA o inferiores. Los rosters están plagados de jugadores buenos mas no extraordinarios. Son jugadores que vienen a trabajar en Venezuela en sus deficiencias: lanzadores que necesitan innings para ganar control, bateadores que necesitan entrar en situaciones de juego para obtener dominio de la zona de strike. En esa primera etapa los juegos no son tan buenos: se comenten muchos errores defensivos, muchos turnos se deciden por la impaciencia de los bateadores y los lanzadores pueden caer en lagunas de descontrol absoluto. Esta primera etapa del campeonato la han dominado jugadores como Edgar Naveda, Jesús Alfaro o El Chalao Méndez, es decir, beisbolistas que manejan las bases del juego pero no tienen las condiciones para ser Grandes Ligas regulares.
La segunda etapa comienza en el momento que aparecen los jugadores AAA y mayores. Es la etapa en la que sube el nivel de juego, la estrategia toma mayor peso, se especializa el personal (lanzadores para ciertas situaciones, bateadores y fildeadores emergentes) y en definitiva la Liga se convierte en el espectáculo que todos creemos debe ser.
Después de la derrota de anoche (2-8 ante los Tiburones, que nos dejó a 3 de la clasificación con sólo 7 por jugar) hice el ejercicio de comparar las alineaciones del Magallanes de la primera etapa con las de la segunda. Los primeros días, los Navegantes salieron al campo de la siguiente manera:
1B Choi
2B Hernández
SS Paz
3B Nieves
LF Romero
CF Redman
RF Acuña
C Clemente Álvarez
Últimamente, Magallanes ha estado jugando con la siguiente alineación:
1B Giménez
2B Rivas
SS Hernández
3B Eddy Díaz
LF Rafael Álvarez
CF Acuña
RF Escobar
C Clemente Álvarez
Es difícil determinar cuál de las dos alineaciones es mejor. Si se considera posición por posición, tal vez las dos mayores mejorías serían en segunda base y jardín derecho, Rivas por Tapón y Escobar por Acuña. Eso sí, los dos jugadores reemplazados siguen en el equipo, en posiciones que no son las suyas (SS y CF) y en las que sus deficiencias defensivas son aún más notables. En líneas generales, es un equipo con peor defensiva y bateo, en el que (parece increíble) hay mayor peso de jugadores de tipo doble A o menor que de triple A o grandes. Aparte, el Magallanes de estas últimas semanas no tiene un bateador del nivel de Choi. ¿Cómo nos pudo ocurrir esto?
Por supuesto que excusas hay muchas: las lesiones de Chávez y Nieves; los posibles cambios de Guillén e Hidalgo en los Estados Unidos; la irregularidad de jugadores que otrora fueron dominantes en esta liga (como Piñango, Ramos, Mendoza); la partida de Choi y tal vez la ausencia de Johan Santana. Las excusas sólo cuentan parte de la historia. Ocurrió este año un colapso en todas la áreas del Magallanes, desde la gerencia general, pasando por la dirección técnica del equipo y llegando hasta los jugadores; colapso que causó que un equipo que tuvo en su momento a 9 grandes ligas al campo, esté al borde de la eliminación en la primera ronda. Por un lado, la gerencia contrató este año a jugadores importados que ayudaron muy poco a la base criolla y no aplicaron los correctivos que debían. De igual manera, la dirección técnica del equipo nunca supo que hacer con las piezas que les fueron dadas; es más, dudo de la capacidad de liderazgo de Reagan dentro de este equipo. Y al final, los jugadores parecieron no entender lo importante que es para este equipo, para la liga y hasta para el país, un torneo en el que eliminen al Magallanes en la primera ronda.
Para finalizar, quisiera hacer notar que en la tarde de ayer, viendo a las Aguilas pelear contra el Caracas aún cuando su clasificación a la post-temporada es casi nula, decidí escribir la columna de hoy comparando la actitud de los zulianos con la del Magallanes del sábado en Araure. Anoche, luego de la derrota contra los Tiburones, Dámaso Blanco hizo un comentario al respecto en la transmisión radial y no quise entonces repetir lo que ya él había dicho. Como sea, su comentario fue más emotivo que elocuente (centrándose en el orgullo que deben llevar los peloteros "por dentro") y me gustaría agregar algo: como fanático del Magallanes que creció en los 80s, el seguir al equipo nunca ha estado condicionado por el número de victorias o campeonatos; de hecho, el Magallanes fue por muchos años causante de más dolor que satisfacciones, fuente de burlas de mis amigos de la infancia. No se trata de criticar al equipo porque estemos perdiendo, sino llamar la atención porque el equipo que hoy tenemos no representa bien a la divisa que he seguido desde que tengo uso de razón. Estoy seguro que dentro de algunos años, de mi memoria se escapará cuántos campeonatos ganó Carlos García, pero si voy a recordar que cada año salió a jugar para ganar uno. De la misma manera, lo que ha pasado este año con tantos jugadores del Magallanes, quienes han demostrado desidia en los momentos difíciles, no se me va a olvidar por mucho tiempo. Tenemos el equipo para ganar; a los directivos, entrenadores y jugadores simplemente no les ha dado la gana.

No puede ser.

La derrota no fue lo más importante de la noche(1x5 en Araure); de hecho el resultado merece una nota a pie de página comparado con la increíble desaparición de jugadores como Luis Rivas, Roberto Machado y Eddy Díaz de la alineación. Hoy, precisamente hoy, cuando Magallanes tiene que ganar, cuando todos los resultados en los otros parques se dieron (derrota de Caracas, división en el doble juego entre Oriente y Lara, y victoria del Zulia sobre La Guaira) los mejores jugadores del Magallanes decidieron tomarse el día libre y dejar al equipo en manos de los muchachos de la Liga Paralela.
La oportunidad estaba ahí; la derrota del Caracas nos ponía a un juego de la clasificación; la caída de los Tiburones nos ponía a tres de los escualos (con tres por jugar contra ellos); ¿los jugadores no se dan cuenta de la importancia de estos partidos? A comienzos de este mes se dieron los primeros indicios de desorden, en aquel fin de semana en Puerto La Cruz cuando la ausencias por razones personales comenzaron a aparecer. Sin embargo, lo de hoy es absurdo. Para mí, este equipo debería estar eliminado; después de las derrotas recientes ante Zulia, Pastora y Aragua deberíamos estar a cinco juegos de la clasificación con ocho por jugar. Hemos tenido mucha suerte (o tal vez es la mediocridad de la liga) en mantenernos ahí, a dos juegos del comodín. Pero eso no me importa tanto como el ver al campo alineaciones de emergencia no por lesiones ni falta de permiso, sino porque a los jugadores no les da la gana. Uno se siente estúpido de seguir al equipo con más pasión que la que muestran los jugadores al campo. Veremos quiénes deciden aparecerse hoy por el estadio contra La Guaira.

sábado, diciembre 20, 2003

Clasificación difícil, pero posible.

La victoria de anoche (11-3 ante el Caracas) mantiene al Magallanes en carrera. Sin margen de error, pero en carrera. El juego, luego del tercer inning, se fue por una sola calle, con jugadores como el Tapón y Clemente Álvarez bateando con contundencia, concretando la apabullante victoria. La serie particular entre los "eterno rivales" quedó 6-4 a favor del Magallanes, séptimo año consecutivo de dominio turco.
Magallanes entra entonces a sus últimos 9 juegos contra la pared (pero con chance):
Caracas 28-27
Magallanes 25-28
Los Navegantes se encuentran a 2 juegos de los Leones, con una derrota menos y dos partidos más por efectuar. Magallanes dejó de controlar su destino hace dos noches, cuando perdimos con Zulia. Y son las Aguilas, prescisamente, las que podrían tener la clasifcación de los turcos: tienen tres juegos contra el Caracas, dos de ellos en Maracaibo. Eso si, como hace dos noches, Magallanes tiene que ganar. La derrota frente a la Aguilas del jueves fue devastadora. Una derrota frente al Pastora hoy sería aún peor. Nos podría al borde de la eliminación si se combina con una victoria del Caracas. Vamos Magallanes, todavía se puede.

viernes, diciembre 19, 2003

Qué frustrante...

Porque no hay palabra que describa mejor esta temporada del Magallanes. Ha sido frustrante no poder contar con tantos jugadores buenos por razones tan diversas (lesiones, posibles cambios en el norte, gripe, etc.); ha sido frustrante que los importados (en conjunto) hayan sido tan inefectivos; ha sido frustrante el manejo del personal hecho por Reagan; ha sido frustrante ver a un equipo bueno (uno de los tres mejores del torneo) quedar al borde de la eliminación en una liga mediocre.
La derrota de anoche (4x5 ante el Zulia) fue la última en una serie de caídas inexplicables. Porque es difícil entender como un equipo batallando por la clasificación tiene que recurrir a Miguel Piñango (quién no lanzaba desde el 30 de noviembre) para abrir el juego. ¿No era mejor usar a Laxton? Reagan no confía en Piñango para lanzar en relevo por más de dos semanas y entonces decide darle la apertura en el juego más importante de la temporada (bueno, en estos momentos cada juego es el más importante para el Magallanes). Decir que el juego era vital no es pecar de melodramático; anoche todas las circunstancias favorecían a los Navengantes y no se tomó ventaja. Caracas perdió contra el Duquecito, Oriente derrotó La Guaira (contra quienes nos quedan tres juegos), y el Magallanes podía comenzar a presionar de nuevo. Todo se dió menos la victoria magallanera. En definitiva, quedamos a las puertas de la eliminación, forzados a ganar 8 de los 10 juegos restantes para tener chance.
Sin embargo, hay elementos positivos que percibí en el juego de anoche que quiero hacer notar. Los bateadores llegaron bien preparados al encuentro, con un plan claro de dejar lanzar a los contrarios y embasarse a como diera lugar. En total, los jugadores del Magallanes lograron sacar 8 boletos a los lanzadores del Zulia y amenazaron con anotar en 7 de los 9 innings. Tal vez el momento más claro en el que el equipo ha podido desequilibrar el juego en su favor, fue el sexto inning, con tres en base, un out y Luis Rivas como bateador. Rivas no ha jugado bien en los últimos días y ayer no fue diferente. Tuvo varias oportunidades en las que ha podido ganar el juego para el Magallanes y no lo hizo. En el sexto bateó para un frustrante (otra vez la palabrita) 64-43 que terminó la amenaza. En otras oportunidades no sé si la cercanía de la tribuna por el jardín izquierdo le hizo cambiar su mecánica buscando batazos largos. Como sea, el Magallanes tuvo quizás a su mejor jugador con el partido en las manos y el "caballo" no respondió. Creo que en inglés se dice "frustrating".
Esta noche vamos contra el Caracas, juego que va a coronar la celebración de los 50 años de la divisa. Esperemos que el ambiente festivo se vea coronado con una victoria. Ojalá.

jueves, diciembre 18, 2003

Noche de sobresaltos.

Anoche, la victoria en el segundo juego de una cartelera doble contra los Tigres me permitó dormir. Luego de un frustrante primer juego en el que los Navegantes fueron blanqueados (3-0 conectando sólo dos hits) el final del segundo fue preocupante. El juego fue dominado por el Magallanes todo el tiempo sin tener la contundencia para alejarse en el marcador. Con el juego 4-2 y Pat Mahomes lanzando para cerrar, Luis Rivas cometió un error que permitió el empate. En ese momento pensé que la temporada se había acabado, que los Tigres nos iban a pasar por encima y que amaneceríamos a 4 juegos de la clasificación con sólo 11 por jugar. Felízmente los Tigres no anotaron más y los Navegantes los dejaron en el terreno 5-4 con hit de oro del Tapón (después de descargarlo tanto, hay que reconocer cuando finalmente acierta). La temporada sigue.
Esta noche Magallanes tienen la posbilidad de colocarse, nuevamente, a dos juegos del Caracas. Los Navegantes juegan contra el Zulia (el peor equipo del torneo) mientras los Leones van a tener que enfrentar a “El Duquecito” (el mejor pitcher de las últimas semanas) y los Cardenales de Lara. No se si me estoy adelantando a los acontecimientos, pero los Navegantes pueden tener mañana una segunda oportunidad de ponerse a un juego de la clasificación con una victoria frente al Caracas. Con sólo 11 juegos para el final, no es descabellado ligar la clasificación del Magallanes. Aún.

miércoles, diciembre 17, 2003

A sacar otras cuentas.

Lo malo de especular con el calendario (como hice recientemente) es que tan pronto como ocurre un resultado negativo, se caen todos los argumentos y proyecciones. Después de la derrota de anoche (11-6 contra el Caracas) no queda otra sino sacar la calculadora, el calendario y echar números.
En esta liga, los equipos no ganan juegos, los pierden. Y eso fue lo que ocurrió anoche: Caracas no ganó, Magallanes perdió el juego. Los Navegantes hicieron todo lo posible por peder: cometieron errores defensivos claves y fallaron al plato aniquilando posibles innings grandes.
Desde el comienzo se vió que no era la noche de Franklin. No tenía el control de su curva y se metió siempre en conteos altos. Al mismo tiempo hay que decir que el Caracas no aprovechó la situación. He oído muchos comentarios sobre el supuesto poder ofensivo de los Leones. Anoche en el Universitario, Caracas necesitó la ayuda del Tapón Hernández y Héctor Giménez para anotar. Aún en conteos favorables que forzaron a Franklin a lanzar su bateable recta por el medio, los Leones no conectaron con contundencia. Luego de los segundos chances otorgados por Hernández y Giménez fue que los caraquistas pudieron conectar.
Era lógico que la alineación de emergencia hiciera agua en cualquier momento. Ayer fue el día. Magallanes continúa sufriendo la ausencia de sus jugadores claves y me parece que vamos a terminanr la ronda eliminatoria con los Tapones y Cachetes, y no con los caballos. Por supuesto que esta situación no es la más favorable. Prefiero tener a Melvin Mora aprendiendo a jugar la 3ra que a Eddy Díaz cubriendo mediocremente la esquina caliente. Como sea, esta situación lo que hace es nivelar el torneo, no colocar al Magallanes en desventaja. No hay mucha diferencia entre la alineación de emergencia de los Navegantes y la actual del Caracas o la de Oriente. Nos va a costar más, pero todavía hay tiempo.
Un comentario aparte para lo que significa un Caracas-Magallanes. No existe en este país un evento igual. La rivalidad está ahí, se siente en las gradas, se percibe en la tensión de los jugadores al campo. Con más de 20 mil personas en las gradas gritando cada lanzamiento, es una experiencia que todo fanático del béisbol en Venezuela (y -¿por qué no?- en el mundo) debe disfrutar. Aunque el juego se decidió temprano, fue una extraordinaria experiencia estar ahí.

lunes, diciembre 15, 2003

Magallanes sigue ganando.

La alineación del día de hoy:
RF Acuña
3B Paz
CF Mora
1B Giménez
C Machado
BD Mendoza
2B E.Díaz
LF Álvarez
SS Méndez
Este no es un equipo que infunda confianza. Con todas las dudas que tenía y con las malas noticias provenientes de Caracas (victoria de los Odiados 10-9 sobre Caribes) y Maracay (doble victoria de los Tigres sobre los Tiburones – nótese que para mí los aragüeños son nuestros rivales, no los escualos) la victoria de hoy frente a Cardenales (4-1) trajo tranquilidad al hogar.
Hoy la diferencia fue Carlos Enrique Hernández, lanzando en su último juego de la temporada. En el tercer inning, con el juego1-1, Hernández parece haber encontrado el control de su curva. Sabíamos que luego de un año completo sin lanzar, a Hernández le iba a tomar tiempo encontrar su control en cada una de sus presentaciones, particularmente con la curva. Hoy tuvo correderes en las bases con regularidad, pero siempre consiguió el lanzamiento para sacar a los bateadores de paso. Lanzó en total seis sólidos innings. A la ofensiva, se vió un equipo paciente al plato (menos el turno de Acuña con la casa llena en la segunda entrada) lo cual influyó en el constante tráfico de corredores magallaneros por las bases. Al final, fue un juego en el que todo le salió bien al Magallanes (jugadas de bateo y corrido, se ligaron tres dobles consecutivos en el cuarto, Álvarez conectó con contundencia) y la victoria fue merecida.
Comenzamos entonces la recta final de la temporada. A 14 juegos del final, Magallanes es el sexto equipo en un torneo que clasifica 5 para la post-temporada. Estamos a 2 juegos del Caracas por el comodín, con los Cardenales un juego por detrás de los Navegantes y a uno y medio de los Tigres. Para no dejarlos por fuera, con la derrota de hoy los Caribes quedaron sólo 3 juegos por encima del Magallanes. Es decir:
Caribes 27-23 (2do en Oriente)
Leones 26-24 (comodín)
Tigres 23-24 (2do en Occidente)
Navegantes 23-25
Cardenales 22-26
Hoy voy a hacer mis primeros comentarios especulando con el calendario. En Occidente, los Tigres tienen para mí ventaja por haber barrido hoy a La Guaira y por tener pendientes tres juegos contra el Zulia (quienes parecen entregados). Quienes han visto a los Tigres jugar con regularidad piensan que no tienen la ofensiva para entrar en el round-robin. Me parece que con Raines Junior, Juan Rivera y Miguel Cabrera entrando en el calor de la temporada, la ofensiva de los aragüeños va a mejorar. Cardenales va a tener un calendario un poco más difícil. Los larenses tienen un sólo en encuentro pendiente contra el Zulia y van a tener que batallar con Oriente en Puerto La Cruz por tres juegos. Si sus lanzadores comienzan a actuar con la misma efectivdiad de “El Duquecito”, Cardenales será muy difícil de batir.
En la división oriental, los Leones podrían tener como refuerzo a Abreu, uno de esos bateadores que no necesitan tiempo para ponerse en forma. A Caracas le queda un calendario si se quiere cómodo, con sólo un viaje lejano, a Maracaibo para jugar dos de los tres encuentros que tienen pendiente contra las Aguilas. Caribes van a tener 4 de los doce encuentros que le faltan contra los Cardenales. Creo que esos juegos van a ser fundamentales para los orientales.
Seis de los 14 juegos que le faltan a los Navegantes son ante Tigres, Cardenales y Leones, a quienes considero rivales directos. Esos juegos son fundamentales para el Magallanes, particularmente los 2 frente al Caracas. Barriendo estos juegos, los Navegantes estarían en la post-temporada. Parece difícil, pero si Escobar y Rivas se recuperan de sus dolencias, Melvin consigue su forma y el staff de lanzadores continúa realizando un trabajo efectivo, la tarea es posible. Esta semana, los Navegantes terminaron 4-2 y descontaron dos juegos en su búsqueda por la clasificación. Y esta fue una semana difícil, contra rivales buenos y con un equipo en emergencia ante las dolencias de Guillén, Escobar, Rivas, Méndez y Chávez. Cinco de nuestros principales jugadores estuvieron fuera y aún así el equipo logró descontar terreno.
Dos días para descansar. El martes va Fraklin contra los Leones en un juego que, como todos frente al Caracas, Magallanes tiene que ganar. Falta menos de un cuarto de temporada y el Magallanes está muy cerca.

sábado, diciembre 13, 2003

Ganamos… pero tal vez perdimos a Endy.

Después del primer inning y la lesión de Endy Chávez, sentí que éste no era nuestro año. Magallanes ha sufrido todo tipo de lesiones y la de Endy es quizás la más costosa. Como ningún otro de los suspuestos “caballos”, Endy ha sido el más constante en esfuerzo y resultados. Él prácticamente solo ganó un juego contra el Caracas hace un mes, y en el partido del jueves fue su excelencia defensiva la que al final permitió la victoria. Verlo lesionado luego del primer batazo del juego fue sumamente preocupante. Por eso la victoria de hoy (5-3 sobre el Caracas) debe ser celebrada con cierto límite. Si Chávez en realidad va a estar fuera por un par de semanas, la tarea se hace aún más difícil.
El juego de hoy debe ser evaludo por lo que fue: un mal juego en el que los Navegantes se salieron con la suya. Un error de Eddie Oropeza al lanzar una recta por el medio con dos strikes a Álvarez (después que Álvarez se vió incomodo con los lanzamientos quebrados) fue la diferencia. Más allá, fue un partido en el que Magallanes no jugó bien a la defensiva, aparte de las dos jugadas de Rivas. Fue un juego en el que muchas pelotas en el aire que no han debido caer, cayeron, y en el que una (la del toque de bola de Yépez) que no ha debido ser atrapada para tener un doble-play seguro, fue capturada por Paz. Hay dos aspectos negativos saltan a la vista en esta versión del equipo Magallanes: su inconsistencia al plato y su pobre defensiva. El lado derecho del cuadro ha sido poco menos que catastrófico con el guante en los últimos días. El Tapón no es un campo corto en esta liga (o ninguna otra) y Eddy Díaz ha hecho un trabajo mediocre. Hoy dos carreras fueron culpa de estos dos jugadores. Con un equipo al que se le hace difícil anotar, estos errores se magnifican. Hoy, por suerte y Oropeza, se anotaron las que se necesitaban.
Para finalizar, creo que el considerar que los Tigres y Cardenales no son rivales directos del Magallanes es ridículo. En estos momentos estamos empatados con los larenses (con records idénticos) y los aragüeños (quienes tienen una derrota menos y dos juegos más por jugar). En el caso que Magallanes logre dar alcance al Caracas en la búsqueda por el comodín, tendría entonces que considerar lo que ocurra con el tercer lugar de la división oriental, i.e. Cardenales o Tigres. A Magallanes le quedan tres juegos contra Cardenales (el primero mañana domingo) y dos contra los Tigres. Hay que ganarle al Caracas, pero la tarea no termina ahí. Todavía es temprano para sacar cuentas en función de una sola división. Hay que ganar juegos. Se puede… aún sin Endy.

viernes, diciembre 12, 2003

Oportunidad desperdiciada.

Lo más frustrante de estas últimas semanas ha sido la incosistencia del equipo. Es cierto que las lesiones y ese virus impertinente que está rondando el dogout han contribuido con la situación. Aún así, el talento que tiene el Magallanes debería ser suficiente para jugar mucho mejor. Hoy se presentó por segundo día consecutivo la oportunidad que habíamos estado esperando: con Caracas y Oriente perdiendo, los Navegantes podían recuperar terreno en la lucha por la clasificación. No fue así. Ruben Quevedo salió a lanzar con la desidia que lo ha llevado a una obesidad prematura y el Magallanes perdió 5-1 ante Aragua.
No debería hablar mal de Quevedo, quien hace dos años fue bastión indispensable en el campeonato obtenido. Aún así, al verlo parado sobre la lomita, con 15 o 20 kilos más de los que debería cargar, me vino a la cabeza la idea que ese muchacho está muy cerca de tirar por la borda lo que le queda de carrera. Quevedo es joven (sólo 24 años) y aparece en la página del Magallanes con un peso oficial de 85 kilos (por 1,88 de altura). No hay forma que el Quevedo que vi hoy sobre la lomita pese menos de 100 kilos, no precisamente de músculos. El pertenece a una organización en los Estados Unidos (Cerveceros de Milwaukee) en la que no hay mucho talento entre sus lanzadores y quizás por eso no siente la presión para mantenerse en forma. Sin embargo, a ese nivel de competencia, la falta de disciplina se paga caro. Acá todavía puede dominar de vez en cuando basado únicamente en su talento. Y de cuando en vez lo van a explotar en tres innings, como esta noche.
No todo fue culpa de la mala actuación de Quevedo. Ningún jugador del Magallanes pudo conectar con jugadores en base; ni siquiera pudieron avanzar los corredores buscando manufacturar carreras. Magallanes no supo como anotar frente a los Tigres esta noche y la derrota fue merecida. Se pueden salvar hoy los relevistas, quienes mantuvieron el juego cerrado y le dieron la oportunidad al Magallanes de mantenerse en el juego. Espero que Reagan se haya dado cuenta que tiene buenos brazos en el bullpen aparte de los de Staniffer, Laxton y Mahomes. A pesar de los dos ponches, Héctor Giménez también se salva luego de conectar un jonrón (3ro de la campaña, todos en la última semana) con lo cual se sigue manteniendo dentro de la alineación abridora.
Mañana nos toca contra el Caracas en Valencia con Farnsworth en la lomita. El norteamericano ha sido poco constante pero esperemos lo mejor. De ganar mañana, Magallanes se pondría a sólo 2 juegos. Para concluir, hoy se cumplió una semana desde la última vez que jugó Carlos Guillén. El record es un patético 2 y 4. El equipo debe aceptar que es muy probable que Guillén no juegue más si se lesionó la rodilla otra vez. Es hora que los otros "caballos" comiencen a producir. Todavía hay tiempo. Se puede.

Un día más de vida...

El de anoche fue un Caracas-Magallanes típico: buen béisbol por momentos, errores defensivos en situaciones claves y mucho nerviosismo en el campo y las gradas. En un encuentro de altibajos, en el que los Navegantes parecieran haberle dado todos los chances posibles al odiado rival, finalmente prevaleció la Nave Turca en un electrizante 11x10 (utilicé casi todos los lugares comunes magallaneros en una oración).
Magallanes fue implacable a la ofensiva, pero errático al campo. Entre otros, dos errores de Eddy Díaz, un elevado que cayó inexplicablemente entre Rivas y Escobar, y un lanzamiento en recta ridículamente por el centro con dos strikes contra José “Ponche“ Malavé, pusieron al Magallanes contra la pared. Un juego que se comenzó ganando 8-0 (gracias en gran parte a la actuación del novato Héctor Giménez) se puso peligrosamente cerca después de un quinto inning de seis carreras del Caracas. Robert Machado pareció en su momento darle aire al Magallanes con un jonrón de 3 carreras en el 7mo, pero en los dos siguientes innings cada una de las carreras se convirtió en necesaria mientras los Leones se acercaban 11x10. Así quedó todo listo para el noveno y Endy Chávez. Con hombre en primera y sin outs, Henry Blanco bateó una línea entre center y right field, un batazo que desde que salió me pareció que iba a ser un doble. Chávez estaba cubriendo profundo y hacia la izquierda; no se como lo hizo pero logró atrapar el batazo en el aire, realizando la jugada más extraordinaria que haya visto en confrontación alguna entre los eternos rivales (en serio, mejor que las zambullidas de Melvin). Luego, Eddy Díaz redimió sus pecados del 5to inning con una gran parada en la esquina caliente y el Tapón (con un Cristo en la mano) culminó el encuentro con un rodado que retiró del 4 al 3. Uuuuffff.
Espero que viendo este juego, Reagan por fin se haya dado cuenta que tiene que buscarle un lugar en la alineación a Giménez. Igualmente, espero que en cuanto sea posible el Tapón vuelva a la banca, posiblemente con una combinación de Donaldo y Rivas alrededor de la segunda. Mi tercer deseo es que el Buitre quite a Tiamo de la caja de coach de la 3ra base. No se si Cedeño será mejor, pero Tiamo ha cometido muchos errores en el pasado reciente para continuar en la posición.
Con la victoria, Magallanes se colocó a tres juegos de los Leones y la clasificación. Todavía estamos lejos, y con sólo 17 juegos por realizar, la Nave Turca necesita enracharse para poder avanzar. Eso si, el juego de anoche era necesario ganarlo. Todavía Magallanes controla su destino, pero realmente no puede perder contra el Caracas. Hay que barrerlos de ahora hasta el final. Con todas las lesiones y las enfermedades en el equipo, Magallanes sigue vivo. Insisto, se puede.

jueves, diciembre 11, 2003

Esperando un milagro...

Pareciera que en eso estamos. El único jugador que nos falta es Johan Santana, pero hay que admitir que el problema no ha sido falta de lanzadores. La derrota de hace dos noches (0-2 ante Pastora) fue posiblemente la más frustrante de esta temporada. Más allá del increíble final del encuentro (Rivas intentando llegar a tercera con dos outs y perdiendo por dos carreras), el equipo se vió apático, entregado. Es cierto que Ricardo Palma tuvo excelente control de sus lanzamientos, pero también hay que decir que los bateadores magallaneros no hicieron los ajustes necesarios. Sólo Rivas pudo conectarle con regularidad. Así comenzó la semana, con una derrota en otro juego que se pudo y debió ganar. Algo bueno salió del juego: Carlos Hernández está comenzando a tener más control de su curva y ahí está la clave para él. Pareciera que si a este equipo se le da la oportunidad de pasar a la segunda ronda va a ser el rival a vencer. En estos momentos, a cuatro juegos del Caracas (después de la victoria de anoche frente Caribes 5-3) y con sólo 18 encuentros pendientes, soy optmista pero veo la tarea bien cuesta arriba. Esta noche el equipo tiene que ganar en el Universitario. De no hacerlo, Magallanes va a depender de otros equipos para clasificar. Los Navegantes todavía controlan su destino, pero no tienen margen para errar. El número mágico pareciera ser 5 derrotas; perdiendo más de 5 juegos, Magallanes quedaría en una posición muy precaria. 13-5. Es difícil, pero el equipo en estos momentos tiene mucho talento. Se que es un comentario sesgado, pero creo que se puede.

domingo, diciembre 07, 2003

Semana Estéril

Desde el sábado pasado, Magallanes ha ganado 4 y perdido 3. Aparte, se han unido al equipo los mejores jugadores disponibles: Guillén, Mora, Escobar, Rivas y Machado entre otros. El equipo finalmente comenzó a jugar bien, bateando mucho mejor y los lanzadores están actuando con consistencia. Sin embargo, esta semana pasó y seguimos de últimos, a 4 del Caracas y 5 y medio de la punta.
El pasado domingo en Araure se perdió un primer juegode una doble tanda en el que Reagan demostró (nuevamente) su ineptitud a la hora de manejar su bullpen. Utilizó entonces a sus lanzadores jóvenes, particularmente a Pérez y Rondón, en situaciones extremadamente difíciles. No sé que estaba pensando Reagan, no sé si estaba guardando a sus lanzadores veteranos para el segundo juego. Lo que haya sido, Reagan se equivocó. Y no se equivocó por la derrota; el Magallanes ha podido ganar el juego y Reagan todavía hubiese estado equivocado al usar a Pérez contra Landaeta en un turno complicado. Después de ese juego, creo que este debe ser el último año de El Buitre con el Magallanes, sin importar la clasificación a la segunda fase.Yo no se si Reagan ayuda a la gerencia general en la búsqueda de jugadores importados. De ser así, no creo que ni siquiera en ese aspecto ha contribuido. Aparte de Choi, ¿qué otro jugador notable importado ha pasado por el equipo este año? Tenemos una cantidad enorme de importados que actúan como relevistas medios, ninguno zurdo, ninguno es un prospecto medianamente interesante. Reagan no debería regresar.
Las cuatro victorias al hilo fueron promisorias. En esos cuatro juegos, Magallanes ganó uno que abrió Piñango (quién no lo hizo mal, por cierto) y encuentros frente a Cardenales (lanzando Hurtado), Caribes (lanzando el excelente joven derecho Fernando Nieve) y el Caracas. En cada uno de esos juegos, Magallanes fue el mejor equipo en todos los aspectos.
Luego vino la debacle del fin de semana. Las dos derrotas frente a Caribes transformaron lo que ha podido ser una semana exitosa en una pérdida de tiempo. En los dos juegos del fin semana, Elizer Alfonzo fue un factor importantísimo. Nuevamente, creo, Reagan se equivocó dejando a Farnsworth el sábado para enfrentar a Ordoñez y Alfonzo. Cualquiera podía ver lo agotado que estaba Farnsworth, luego de laborar por cuatro innings de constante tráfico en las bases y cuatro carreras en contra. Cuando el juego se puso 6-1 después del jonrón de Alfonzo, se veía difícil que el Magallanes pudiese remontar contra Scott Winchester; por cierto, muy buen lanzador.
La derrota del domingo tiene varios bemoles. Más allá de los desafueros arbitrales (esta vez se pusieron creativos con el pelotazo/swing de Mendoza y el balk no cantado) el juego se perdió por razones deportivas y otras que de verdad no entiendo. La poca producción de Nieves (con el guante y en dos turnos al bate claves en los que demostró poca paciencia), el error de Rivas, los cinco hombres dejados en base por Escobar y el terrible lanzamiento que le hizo Quevedo a Alfonzo (enemigo público #1 desde el sábado) son las más importantes razones deportivas, al menos a mi juicio. Más allá del juego, dos aspectos extra-deportivos no me gustaron: 1.- la excesiva protesta de las decisiones arbitrales del octavo inning; y 2.- la ausencia de varios de los jugadores claves al final del juego. Con respecto al primer punto, si bien hubo decisiones disparatadas en ese octavo inning, no era necesario que se discutiera hasta el punto de la expulsión del manager y todos su asistentes; hay que saber cómo protestar en esas circunstancias. Es más, creo que de no haber ocurrido alboroto semejante, las opciones de Mendoza en ese turno hubiesen sido mucho mejores. Serrano, el cerrdor de Caribes, había entrando al juego con problemas de control, habían tres en base y Mendoza es quizás el bateador más fastidioso en la alineación del Magallanes. En el fondo no sé que estaban buscando Reagan y sus asistentes en esa situación. Para mí, le costaron una buena oportunidad al equipo en un juego que se tenía que ganar. El segundo punto puede ser una demostración de ignorancia, pero me extraña que Guillén no haya jugado el domingo, que Rivas haya salido en el tercer episodio, que Machado se haya hecho botar del juego por una malcriadez y que Escobar, al no haber participado el sábado, haya estado tan fuera de ritmo para este encuentro. No se si están lesionados, pero la suma de todos estos factores fue determinante en la derrota. Paz tomó turnos importantes por Rivas, Nieves fue el cuarto bate en lugar de Guillén, Acuña abrió el noveno inning en lugar de Machado, Escobar dejó cinco corredores en base y se vió atrasadísimo en el plato. ¿Son estos los que vinieron a salvar el barco? La situación me da mala espina.