lunes, octubre 18, 2004

Primer fin de semana.

Antes de comentar los primeros juegos de la temporada, los números finales de Johan Santana:

Juegos: 34; victorias: 20; derrotas: 6; entradas: 228; hits: 156; ponches: 265; ponches por entrada: 10.46; embasados por entrada: 0.92; efectividad: 2.61.

En la serie contra los Yankees, Santana batalló contra un equipo paciente. Ganó uno y lanzó cinco entradas efectivas con sólo tres días de descanso en su última apertura. Aunque no dominó como en la temporada regular (tuvo 1.5 corredores por entrada, 16 embasados en 12 innings lanzados), le anotaron una sola carrera para 0.75 de efectividad. Hace un año, yo dudaba de la capacidad física de Santana para soportar los rigores de una temporada completa como abridor. Sin duda, Santana despejó todas las interrogantes en una campaña en la que ningún otro lanzador fue mejor.

Ahora, las malas noticias: con sólo cuatro juegos, no tengo la menor duda que tenemos un chance mínimo de clasificar; el talento parece no ser suficiente. Por supuesto, ningún equipo en la liga parece ser particularmente talentoso, y si el Magallanes clasifica no sólo sería por sus propios méritos sino por la falta de competencia. Este equipo entró en una etapa de transición en la que esperemos la franquicia tome las decisiones acertadas, que se invierta en los jugadores con mayor potencial. Aparte, entre lo importados no hay ninguno que pareciera tener la calidad para cargar con el equipo. Esperemos lo mejor, pero estemos concientes que lo estamos pidiendo es poco menos que un milagro.