jueves, enero 31, 2008

2008

La temporada 2007-2008 fue una temporada perdida para Magallanes. Por momentos (sobre todo al día siguiente del debut de Endy, cuando leí el box-score) me pareció que esa alineación tenía que meter al equipo en los play-offs. Mi amigo Rafael fue la voz de la razón este año: siempre cuestionó el picheo, y mantuvo que era imposible clasificar con una rotación que, si bien tenía nombres interesantes, podía ser descrita con una sola palabra, inconsistente. Si a ese talón de Aquiles se le agrega la extraña decisión de despedir al manager en la última semana de la ronda eliminatoria (cuando el equipo aún tenía chance de clasificar), esta temporada fue una de las más opacas en la última década turca. Mi señor Padre, quien es el magallanero más optimista que conozco, fue un duro crítico de la gerencia y tiró la proverbial toalla por primera vez en la historia (lo cual es increíble considerando que nunca se rindió en los 80s, cuando Angel Escobar y Alfredo Torres eran los mejores jugadores criollos en el equipo).

Para mí la pobre actuación del equipo tuvo mucho que ver con la manera como terminó la temporada 2006-2007. Claramente, la dupleta Castillo-Pedrique tomó la decisión de salir de jóvenes con potencial y contratar a veteranos con carreras sólidas. El objetivo era evitar que el Magallanes perdiera el campeonato por la ineficacia de lanzadores jóvenes en el noveno inning de un juego de la final. Por eso Castillo dio talento joven por Zambrano y Rivera, y dejó ir a jugadores que son necesarios en esta liga (Héctor Giménez, por ejemplo). Claramente, el plan no funcionó en esta temporada. El picheo colectivo fue el peor de la liga y la ofensiva no pudo cargar con el equipo. ¿Cómo afectan los cambios de este año al Magallanes de temporadas por venir? Difícil estimarlo; sin embargo, cada vez que se dan jugadores que pueden contribuir durante la totalidad de la temporada (como Caraballo, Rodríguez, Estrada y el anteriormente mencionado Giménez) por peloteros que solo participan en 30-35 juegos al año, se necesita una cantera que produzca talento y que cubra los baches. Este año en particular, el resurgir de Edgardo Alfonzo y Richard Hidalgo mantuvo al Magallanes en la pelea. Dependiendo de qué tanto jueguen estos peloteros en los Estados Unidos y/o Japón, pudiese verse reducido el impacto que van a tener en futuras temporadas. Veremos.